Colombia construye participativamente el futuro de su educación con el IV Plan Nacional Decenal 2026–2035

Colombia avanza en uno de los procesos más significativos para su desarrollo social y educativo: la construcción participativa del IV Plan Nacional Decenal de Educación (PNDE) 2026–2035, una hoja de ruta que orientará las políticas públicas, estrategias y prioridades del sector educativo durante la próxima década. Este ejercicio de planeación colectiva, liderado por el Ministerio de Educación Nacional, busca garantizar que las voces de todos los actores del sistema —docentes, estudiantes, familias, instituciones y comunidades— sean escuchadas y tomadas en cuenta para definir la educación que el país necesita.

En distintas regiones del territorio nacional se han llevado a cabo encuentros, mesas de diálogo y foros participativos, espacios donde se ha puesto en el centro la transformación del aprendizaje, la inclusión, la innovación pedagógica y la dignificación del rol docente. En Pasto, por ejemplo, el diálogo con la Federación Colombiana de Trabajadores de la Educación (FECODE) y su Centro de Estudios e Investigaciones Docentes (CEID) reafirmó que la formación y bienestar del maestro son pilares esenciales para el fortalecimiento del sistema educativo.

En Montería, los participantes coincidieron en la importancia de consolidar una formación docente de calidad como base para construir una sociedad más equitativa, mientras que en Barranquilla, la Red Colombiana de Educaciones Alternativas impulsó reflexiones sobre la pertinencia territorial de la educación y su capacidad para responder a las realidades locales. En Bogotá, más de cien orientadores escolares propusieron estrategias para fortalecer la educación socioemocional e inclusiva, y en Medellín, los vicerrectores de la Asociación Colombiana de Universidades (ASCUN) aportaron la perspectiva del sector de la educación superior, reafirmando su compromiso con el futuro académico del país.

El proceso también ha sido un escenario de participación ciudadana que incluye la mirada de niños, niñas y jóvenes, quienes, desde municipios como Nobsa (Boyacá) y Apartadó (Antioquia), recordaron que la escuela debe ser un lugar donde el aprendizaje se combine con la felicidad, el respeto y la convivencia. Estas voces infantiles simbolizan la esencia del plan: construir una educación que forme seres humanos íntegros, críticos y comprometidos con su entorno.

El impacto de este proceso trasciende las aulas. Un plan educativo sólido, inclusivo y con visión de futuro tiene repercusiones directas en la calidad de vida de millones de colombianos, pues la educación es el motor del empleo, la equidad, la movilidad social y la convivencia pacífica. Cada propuesta recogida representa un paso hacia un país donde aprender sea sinónimo de oportunidades y bienestar.

En suma, el IV Plan Nacional Decenal de Educación 2026–2035 se proyecta como un acuerdo nacional por la educación, un compromiso colectivo que refleja el país que soñamos: uno donde el conocimiento transforme vidas y la escuela se consolide como el corazón del progreso social. Colombia está construyendo su futuro con diálogo, participación y esperanza.

X (Twitter)
Copy link
¡La URL se ha copiado correctamente!