Cundinamarca impulsa la conservación ambiental con la instalación de 11 “hoteles” para abejas sin aguijón

La alianza entre la CAR y la Gobernación fortalece la polinización, protege la biodiversidad y mejora el equilibrio ecológico en once municipios del departamento.

En un esfuerzo conjunto por preservar los ecosistemas y promover la sostenibilidad ambiental, la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) y la Gobernación del departamento completaron la instalación de once meliponarios piloto en igual número de municipios. Estas estructuras, conocidas como “hoteles” para abejas sin aguijón, representan un avance significativo en la protección de especies nativas y en el fortalecimiento de los procesos de polinización en la región.

Los meliponarios, diseñados para albergar y proteger abejas nativas que no poseen aguijón, cumplen una función esencial dentro del equilibrio natural. Su estructura protege a estos insectos frente a condiciones climáticas adversas y depredadores, además de facilitar el almacenamiento de la miel de palo que producen. Esta miel, de alto valor ecológico y medicinal, es resultado del trabajo de especies polinizadoras que contribuyen directamente al mantenimiento de la vegetación y la producción agrícola.

Según explicó Nidia Riaño Rincón, Subdirectora General de Cultura y Gobernanza Ambiental de la CAR, estos espacios no solo son refugios naturales, sino también centros de divulgación y educación ambiental: “Estamos promoviendo un equilibrio ecosistémico gracias a estas estructuras que, además, sirven como centros de sensibilización para que las comunidades comprendan la importancia de las abejas nativas y la polinización en la vida diaria”.

Los municipios beneficiados —entre ellos Puerto Salgar, La Vega, Nimaima, Girardot, Tocaima, Apulo, Cachipay, La Mesa, Silvania y Tibacuy— contarán ahora con un componente adicional de sostenibilidad ambiental que impactará de manera directa en su entorno natural. Los meliponarios también fortalecen las interacciones biológicas entre abejas y plantas, esenciales en ecosistemas estratégicos como el bosque seco tropical y los humedales, favoreciendo así la regeneración de la flora y la estabilidad de los suelos.

Esta iniciativa se enmarca en el Plan de Acción Cuatrienal 2024–2027 de la CAR, que busca promover soluciones basadas en la naturaleza como estrategia de restauración y protección de la biodiversidad. La creación de estos “hoteles” para abejas sin aguijón no solo garantiza la supervivencia de especies amenazadas, sino que además genera un impacto positivo en la calidad de vida de las comunidades locales, al mejorar la productividad agrícola, la calidad del aire y el equilibrio ecológico de las zonas rurales cercanas a Bogotá.

En un contexto donde la polinización se ha visto afectada por el cambio climático y la expansión urbana, la instalación de estos meliponarios representa un ejemplo concreto de gestión ambiental sostenible y cooperación institucional, que reafirma el compromiso de Cundinamarca con la conservación y el bienestar de sus habitantes.

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