El director de la autoridad ambiental alertó sobre el riesgo de incendios forestales y desabastecimiento de agua, con base en los más recientes pronósticos del IDEAM.
Ante los reportes climáticos que advierten una disminución de las lluvias y un aumento sostenido de las temperaturas para el inicio de 2026, la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) hizo un llamado formal a las autoridades municipales de su jurisdicción para que activen de manera inmediata los planes de contingencia en gestión del riesgo de desastres. El pronunciamiento fue realizado por el director general de la entidad, Alfred Ignacio Ballesteros, mediante una comunicación dirigida a los mandatarios locales.
La advertencia está sustentada en los más recientes pronósticos del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (IDEAM), que anticipan la llegada de una nueva temporada seca. Según informó la CAR, la recomendación fue enviada a los alcaldes de los 98 municipios de Cundinamarca, seis de Boyacá y a las autoridades de la zona rural del Distrito Capital, con el propósito de fortalecer la preparación institucional frente a posibles emergencias ambientales.
En la misiva, Ballesteros instó a que los comités municipales de gestión del riesgo de desastres, los cuerpos de socorro y las empresas públicas y privadas permanezcan en estado de vigilancia activa frente a las contingencias asociadas a la reducción de las lluvias y el incremento de las temperaturas, fenómenos que elevan la probabilidad de incendios forestales y afectan la oferta hídrica.
“Desde la Corporación estamos prestos a asesorar y acompañar a las autoridades para hacer frente a las contingencias asociadas a la primera temporada seca de 2026, ofreciendo información oportuna para la toma de decisiones y poniendo a disposición nuestra capacidad y conocimiento técnico”, señaló el director general de la CAR. El funcionario precisó que la entidad participa de manera permanente en consejos, juntas y comités de coordinación territorial para promover acciones preventivas basadas en criterios técnicos.
Entre los principales efectos asociados a la temporada seca, la CAR destacó la disminución de las precipitaciones, el aumento de la temperatura ambiente, el mayor riesgo de incendios forestales y la posible reducción en la disponibilidad de agua para consumo humano y actividades productivas. Frente a este escenario, la autoridad ambiental recomendó a los municipios controlar actividades humanas que puedan generar incendios, limitar el uso del fuego, actualizar mapas de amenaza, evaluar la capacidad operativa local y fortalecer los cuerpos de bomberos y la Defensa Civil.
En materia de abastecimiento de agua, la entidad sugirió adelantar campañas de uso eficiente del recurso, revisar la capacidad de los acueductos, promover el consumo racional, preparar eventuales racionamientos y activar fuentes alternas de suministro, como aguas subterráneas o carrotanques. También recomendó reforzar acciones de salud pública, como la prevención de enfermedades asociadas a la contaminación del agua, y realizar labores de limpieza en sistemas de drenaje y cauces.
Ballesteros recordó que la preparación anticipada es clave para evitar escenarios críticos. “Actuar a tiempo es la mejor manera de hacer frente a la variabilidad climática y estar preparados evita situaciones como la vivida en 2024, cuando Bogotá y más de 11 municipios de Cundinamarca afrontamos incendios y un racionamiento severo”, concluyó. El llamado busca reducir impactos ambientales, sociales y económicos en el inicio del próximo año.






