¡INACEPTABLE! Restaurante de Usaquén contaminó sumideros con vertimientos de grasa

En la madrugada del pasado viernes, la Policía Nacional, con el apoyo de la Alcaldía Local de Usaquén, liderada por el alcalde Daniel Ortiz, la Secretaría de Gobierno y la Secretaría de Ambiente, ordenó la suspensión de la actividad comercial de un restaurante en Cedritos (KFC), tras reiteradas denuncias de la ciudadanía.

A las 2:00 am del 7 de febrero, quedó en evidencia cómo empleados de un establecimiento perteneciente a una cadena de restaurantes levantaban las escotillas de las trampas de grasa para verter su contenido en los sumideros de aguas lluvias, ubicados en la carrera 13 con calle 140.

Ante esta irregularidad, la Policía, en conjunto con las autoridades administrativas y ambientales, impuso la medida de suspensión de la actividad comercial por 10 días. Además, se advierte que cualquier persona que incumpla la sanción y mantenga el negocio en funcionamiento podría ser capturada. Otra de las razones para la suspensión fue que la documentación de la Cámara de Comercio presentada no correspondía al establecimiento en cuestión.

Denuncias previas

La medida se tomó en respuesta a quejas recurrentes de los vecinos, quienes habían reportado malos olores, piso resbaloso y prácticas inadecuadas por parte de los empleados del restaurante. A través de redes sociales y grupos de WhatsApp de los Frentes de Seguridad, los residentes denunciaban que los líquidos retenidos en las trampas de grasa eran arrojados directamente a los sumideros y, en algunos casos, barridos con escobas para facilitar su drenaje.

Durante la semana del 27 de enero, la Alcaldía Local, en conjunto con la Policía Nacional, la Secretaría de Salud y la Secretaría de Ambiente, realizaron un operativo de Inspección, Vigilancia y Control (IVC). En esa ocasión no se encontraron evidencias de la actividad denunciada, pero los trabajadores aseguraron tener un acuerdo con la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá (EAAB) para realizar los vertimientos. Esta afirmación generó preocupación, ya que el Acueducto vela por el cuidado del agua y la normativa exige que los establecimientos cuenten con una caja de inspección para verificar las tuberías y prevenir obstrucciones.

Ante esto, se programó una nueva visita el 5 de febrero, aunque no se detectó actividad irregular. Sin embargo, en un segundo operativo realizado en la noche del 6 de febrero, que se extendió hasta la madrugada del 7, las autoridades sorprendieron a los empleados en flagrancia vertiendo la grasa en los sumideros.

Tras verificar la documentación del establecimiento y encontrar inconsistencias en el registro de la Cámara de Comercio, se procedió con el sellamiento del local por 10 días y se exigió la construcción de una caja de inspección.

El alcalde Daniel Ortiz hizo un llamado a los comerciantes a cumplir con la normativa vigente ya asumir su responsabilidad en el cuidado del medio ambiente. También instó a la ciudadanía a disponer correctamente sus residuos para evitar emergencias y daños en la infraestructura de la ciudad.

Fuente: PRENSA – Alcaldía Local de Usaquén.

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