La Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) informó que, al corte del 13 de agosto de 2025, los embalses que conforman el Sistema Chingaza alcanzaron un 92,35 % de su capacidad total, marcando un hito positivo en la recuperación de los niveles hídricos que abastecen a Bogotá y municipios aledaños. Este resultado representa un avance significativo en la seguridad hídrica de millones de personas y un respaldo fundamental para la estabilidad del servicio de agua potable en el corto y mediano plazo.
El Sistema Chingaza es uno de los complejos de almacenamiento de agua más estratégicos del país, ya que suministra aproximadamente el 70 % del agua que consumen los habitantes de la capital. El aumento sostenido de sus niveles responde a una combinación de factores, entre ellos las lluvias registradas en los últimos meses y las medidas de gestión implementadas por la CAR y la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá (EAAB).
Este incremento no solo garantiza un abastecimiento más estable para los hogares, sino que también ofrece un respiro para sectores estratégicos como el comercio, la industria y el transporte, que dependen de la disponibilidad del recurso. Asimismo, tiene un impacto directo en la calidad de vida de quienes transitan diariamente por las entradas y salidas de Bogotá, ya que la estabilidad hídrica reduce el riesgo de restricciones que podrían afectar servicios esenciales y la dinámica económica de la región.
Pese a este panorama alentador, las autoridades recalcan que el uso eficiente y responsable del agua sigue siendo una prioridad. La EAAB reiteró recomendaciones prácticas para el consumo racional: reutilizar el agua de la lavadora para el sanitario, cerrar la llave mientras se enjabonan las manos, usar un vaso al cepillarse los dientes y evitar el lavado de vehículos con manguera.
El llamado final es claro: la recuperación de los embalses es un logro colectivo que debe preservarse con hábitos de consumo conscientes. Mantener niveles óptimos de agua es una tarea compartida entre autoridades y ciudadanía, clave para enfrentar los retos del cambio climático y asegurar el bienestar de las futuras generaciones.