Bogotá, 9 de septiembre de 2025. La capital colombiana puso en marcha Breathe Bogotá, una estrategia que integra ocho acciones clave para enfrentar uno de sus mayores retos ambientales: la calidad del aire. Esta iniciativa se enmarca en el programa internacional Breathe Cities, liderado por Clean Air Fund, C40 Cities y Bloomberg Philanthropies, que busca reducir en un 30% la contaminación atmosférica en las ciudades participantes antes de 2030.
La medida responde a un panorama crítico. Según la Secretaría de Ambiente, el material particulado fino (PM2.5), el contaminante más nocivo para la salud, proviene principalmente de dos fuentes: el polvo resuspendido en vías sin pavimentar (30,8%) y el transporte de carga (31%). Ambos factores afectan de manera especial al suroccidente de Bogotá, donde vive el 33% de la población y se concentra una mayor vulnerabilidad social.
“El aire que respiramos incide directamente en la salud de los bogotanos. Nuestra administración trabaja para reducir la exposición a la contaminación, especialmente en zonas críticas, con decisiones basadas en evidencia científica y tecnología de datos”, aseguró el alcalde Mayor, Carlos Fernando Galán, durante el lanzamiento de la estrategia.
Por su parte, la secretaria de Ambiente, Adriana Soto, destacó la importancia de acciones integrales como la Zona Urbana por un Mejor Aire (ZUMA) en Bosa–Apogeo, donde se concentran esfuerzos de diferentes entidades distritales para reducir emisiones en sectores críticos.
Ocho acciones estratégicas de Breathe Bogotá
La estrategia local articula políticas de salud pública, movilidad, educación y gestión ambiental mediante ocho líneas de acción:
- Apoyo a la implementación de las ZUMA.
- Fortalecimiento del sistema de monitoreo del aire.
- Soluciones innovadoras para una movilidad escolar limpia y sostenible.
- Promoción de la transición de motocicletas y ciclomotores hacia tecnologías de cero emisiones.
- Prevención y gestión de incendios forestales.
- Evaluación del impacto de vehículos y maquinaria de construcción en la calidad del aire.
- Desarrollo de tecnología para cuantificar impactos en salud asociados a la contaminación.
- Sensibilización ciudadana y fortalecimiento de la gobernanza ambiental.
Un esfuerzo global con impacto local
Bogotá se suma así a ciudades como Londres, París, Río de Janeiro y Ciudad de México en esta red internacional. De acuerdo con el Clean Air Fund, alcanzar la meta de reducción del 30% en las ciudades participantes podría evitar 55.000 muertes prematuras, 111.000 nuevos casos de asma infantil y la emisión de 394 megatoneladas de CO₂e.
“Bogotá está dando pasos audaces que pueden inspirar a otras urbes de América Latina. Con Breathe Cities buscamos que las comunidades prosperen en entornos más saludables”, afirmó Jane Burston, directora ejecutiva del Clean Air Fund.
Con esta alianza, Bogotá reafirma su compromiso con los objetivos del Plan Distrital de Desarrollo y los estándares de la Organización Mundial de la Salud, proyectándose como referente regional en la lucha contra la contaminación del aire, la mitigación del cambio climático y la protección de la salud pública.
